El horror, el horror."El corazón en las tinieblas" Joseph Conrad
Hay otros mundos pero está en este. El que crea que vive en un mundo maravilloso donde el horror es una entidad vaga y lejana, le recomendaría leer la revista "Zineshock" donde afloraba toda la inmundicia como una cloaca desbordada. En ella se sucede un desfile de horrores en su más amplio sentido de la palabra, principalmente perpretados en el cine, aunque no se descartaban otros ámbitos como la fotografía, tv, etc. En ella había cabida a los MONDOS, los pretendidos snuff, las deformidades, la muerte como espectáculo...en definitiva, todo lo más grotesco y, a veces, repulsivo que se pueda encontrar en el mundo del arte basura. Sin embargo, la línea que separa el cielo y la mierda es muy sutil como diría Arrabal: "Si el último hueso de nuestras vértebras es el sacro lo sagrado y está tan cerca del ano es que tal vez no es tan fácil separar ambos lugares". Sólo conocemos las cosas a través de los opuestos y tal vez la función de lo horrendo sea la capacidad para apreciar lo bello. O tal vez, acabemos apreciando lo bello en lo monstruoso como bien hacen artistas como Witking que crea belleza a partir de la muerte, la deformidad y la putrefacción. Y es que lo monstruosos fascina. Hasta Aristóteles reconocía en su "Poética" el placer producido en la contemplación de los cadáveres, la catarsis del horror en el arte que ayuda a soportar las miserias de la vida.Y es que hay que reconocer que el mundo es una larga caravana de horrores y sin duda alguna es en la tortura y la muerte donde el ser humano demuestra su capacidad imaginativa que no puede faltar en el arte. Reconozco no haber visto nunca un MONDO ni tener suficiente estómago para ello, ni ninguno de los escalofriantes capítulos de "Faces of Death" pero me temo que la televisión está saturada de imágenes que hubiera preferido no ver: accidentes, sucidios, asesinatos, escatología... y todo ello real. ¿No es acaso la tauromaquia un snuff que se retransmite en horario infantil pagado por la televisión estatal? Y es quedesgraciadamente, no todo el horror en el arte es ficcion y en ese momento deja de ser algo artístico para convertirse en un espectáculo chusco, sádico y brutal. No me olvido de todos esos directores y actores con vocación de verdugos, capaces de causar auténticos suplicios a algún animal, pues la cobardía les lleva a dañar a los más desprotegidos, con tal de salir en una película. No daré títulos, ni nombres por no darle el gusto a esa chusma, pero seguro que tenemos todos en mente alguna (por desgracia, la mayoría españolas). Zineshock tiene la valentía de enfrentarse al horror cara a cara y reconozco haberme perdido en su lectura de manera casi hipnótica, pero aunque me haya dejado llevar por su fascinación, poco había en aquellas líneas que me atreviera a ver sin que mi pobre sensibilidad se viera dañada para siempre.
Hay otros mundos pero está en este. El que crea que vive en un mundo maravilloso donde el horror es una entidad vaga y lejana, le recomendaría leer la revista "Zineshock" donde afloraba toda la inmundicia como una cloaca desbordada. En ella se sucede un desfile de horrores en su más amplio sentido de la palabra, principalmente perpretados en el cine, aunque no se descartaban otros ámbitos como la fotografía, tv, etc. En ella había cabida a los MONDOS, los pretendidos snuff, las deformidades, la muerte como espectáculo...en definitiva, todo lo más grotesco y, a veces, repulsivo que se pueda encontrar en el mundo del arte basura. Sin embargo, la línea que separa el cielo y la mierda es muy sutil como diría Arrabal: "Si el último hueso de nuestras vértebras es el sacro lo sagrado y está tan cerca del ano es que tal vez no es tan fácil separar ambos lugares". Sólo conocemos las cosas a través de los opuestos y tal vez la función de lo horrendo sea la capacidad para apreciar lo bello. O tal vez, acabemos apreciando lo bello en lo monstruoso como bien hacen artistas como Witking que crea belleza a partir de la muerte, la deformidad y la putrefacción. Y es que lo monstruosos fascina. Hasta Aristóteles reconocía en su "Poética" el placer producido en la contemplación de los cadáveres, la catarsis del horror en el arte que ayuda a soportar las miserias de la vida.Y es que hay que reconocer que el mundo es una larga caravana de horrores y sin duda alguna es en la tortura y la muerte donde el ser humano demuestra su capacidad imaginativa que no puede faltar en el arte. Reconozco no haber visto nunca un MONDO ni tener suficiente estómago para ello, ni ninguno de los escalofriantes capítulos de "Faces of Death" pero me temo que la televisión está saturada de imágenes que hubiera preferido no ver: accidentes, sucidios, asesinatos, escatología... y todo ello real. ¿No es acaso la tauromaquia un snuff que se retransmite en horario infantil pagado por la televisión estatal? Y es quedesgraciadamente, no todo el horror en el arte es ficcion y en ese momento deja de ser algo artístico para convertirse en un espectáculo chusco, sádico y brutal. No me olvido de todos esos directores y actores con vocación de verdugos, capaces de causar auténticos suplicios a algún animal, pues la cobardía les lleva a dañar a los más desprotegidos, con tal de salir en una película. No daré títulos, ni nombres por no darle el gusto a esa chusma, pero seguro que tenemos todos en mente alguna (por desgracia, la mayoría españolas). Zineshock tiene la valentía de enfrentarse al horror cara a cara y reconozco haberme perdido en su lectura de manera casi hipnótica, pero aunque me haya dejado llevar por su fascinación, poco había en aquellas líneas que me atreviera a ver sin que mi pobre sensibilidad se viera dañada para siempre.
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