En un mundo cada vez más superficial, no es de extrañar que los infiernos también lo sean. Superficialidad en los sentimientos, superficialidad en los remordimientos, nada que abrase ni haga sufrir mucho...Es el signo de los tiempos.
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¿Quén quiere una chihuahua gruñona cuando se puede tener a una serpiente como mascota? Se nota que la protagonista de esta historia no viv...
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