Matar o no matar este es el problema (Theater of blood, 1973)
Director: Douglas Hickock
Interpretes: Vincent Price, Diana Rigg, Ian Hendry
Nacionalidad: Británica
Estupendísima película de terror pasada de rosca como muchas de los setenta. No le falta de nada: espantosos crímenes, ironía británica, grandes interpretaciones y un guión muy oríginal para la época. Si alguien piensa que los crímenes temáticos se inventaron con Seven, échenle un vistazo a esta película y la mini serie del doctor Phibes y se dará cuenta que ya se inventó en los setenta con el genial Vincent Price de protagonista.
Un actor vilipendiado por los críticos finge su suicidio y se venga de ellos matándoles uno por uno del mismo modo que las obras de Shakespeare. De hecho, la película tiene constantes guiños para con la obra del famoso bardo aparte de los crímenes: como la mujer que tiene una pesadilla y avisa a su marido que algo malo le va a suceder y muere apuñalado horriblemente al igual que Julio César, el recitar del acto III de Hamlet antes de su supuesto suicidio o la horda de mendigos que sigue al enloquecido Lionheart a la manera del Rey Lear.
Recuerdo haber visto la película cuando era pequeñita y pasé mucho miedo y aún consigue espeluznarme pues los crímenes son realmente espantosos ya que la mayoría son horribles linchamientos. Hay en el linchamiento algo que produce una repulsión especial: la cobardía con la que se realiza pues es una multitud ciega y sanguinaria contra un sólo individuo, la imposibilidad de escapar, la saña...De hecho, la horda de mendigos tiene algo de zombi o de demonios pues se convierten en máquinas de matar sin ninguna conciencia de lo que hacen. Obedecen a su amo ciegamente en todos sus actos y deseos perversos.
Price está simplemente soberbio en este film, posiblemente la mejor interpretación de su carrera.
No se la pierdan.
Director: Douglas Hickock
Interpretes: Vincent Price, Diana Rigg, Ian Hendry
Nacionalidad: Británica
Estupendísima película de terror pasada de rosca como muchas de los setenta. No le falta de nada: espantosos crímenes, ironía británica, grandes interpretaciones y un guión muy oríginal para la época. Si alguien piensa que los crímenes temáticos se inventaron con Seven, échenle un vistazo a esta película y la mini serie del doctor Phibes y se dará cuenta que ya se inventó en los setenta con el genial Vincent Price de protagonista.
Un actor vilipendiado por los críticos finge su suicidio y se venga de ellos matándoles uno por uno del mismo modo que las obras de Shakespeare. De hecho, la película tiene constantes guiños para con la obra del famoso bardo aparte de los crímenes: como la mujer que tiene una pesadilla y avisa a su marido que algo malo le va a suceder y muere apuñalado horriblemente al igual que Julio César, el recitar del acto III de Hamlet antes de su supuesto suicidio o la horda de mendigos que sigue al enloquecido Lionheart a la manera del Rey Lear.
Recuerdo haber visto la película cuando era pequeñita y pasé mucho miedo y aún consigue espeluznarme pues los crímenes son realmente espantosos ya que la mayoría son horribles linchamientos. Hay en el linchamiento algo que produce una repulsión especial: la cobardía con la que se realiza pues es una multitud ciega y sanguinaria contra un sólo individuo, la imposibilidad de escapar, la saña...De hecho, la horda de mendigos tiene algo de zombi o de demonios pues se convierten en máquinas de matar sin ninguna conciencia de lo que hacen. Obedecen a su amo ciegamente en todos sus actos y deseos perversos.
Price está simplemente soberbio en este film, posiblemente la mejor interpretación de su carrera.
No se la pierdan.
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