Nada. No acabo de entrar en el mundo de Harry Potter. Supongo que es la edad. Me ha pillado muy mayor, si fuera una adolescente o incluso pre-puber probablemente sería una fan más, pero cuando a una la pillan adulta y ya peinando canas la cosa no acaba de funcionar. Además encuentro que la serie de películas de Harry Potter tiene varios defectos: demasiados personajes que en una serie de libros o en una serie de televisión puede estar bien pero en una película, sobre todo para los que no somos seguidores puede resultar abrumador y el segundo problema es que hay demasiado Deus ex-machina para todo: ya sabemos que es una película de magia pero la impresión que uno tiene es que todo se arregla diciendo Abracadabra y la verdad eso le quita tensión aunque hayan matado a uno de los personajes de la historia para demostrar que si se descuidan sí que la pueden palmar. Aunque la verdad es que Harry Potter, a pesar de estudiar magia siempre anda despistadísimo y sorprendido por todo, no acaba de hacerse a la idea que es un mago.
Además en esta entrega aparte de preocuparse por la magia se les notan las hormonas más revolucionadas de lo normal y empiezan con sus amoríos y calenturas propias de la adolescencia y eso para los que ya hemos pasado esa fase nos trae al fresco.
Para fans de Potter.