Palabras encadenadas (2003)
Director: Laura Mañá
Interpretes: Dario Grandinetti, Goya Toledo, Fernando Guillén
Nacionalidad: España
Estupenda película (casi obra de teatro) sobre la venganza, el dolor, la mentira, la decepción y el poder. Un hombre secuestra a su ex-mujer para torturarla y matarla por un doloroso divorcio años atrás. La película se sucede con sorpresas constantes, algunas un poco forzadas la verdad, en que los papeles de víctima y verdugo se van intercalando de manera constante durante el film de manera que a veces es difícil saber quién es quién y por qué. Es como una muñeca rusa que en su interior hay otra y otra y otra, y tras tantas capas que se superponen en los personajes vamos descubriendo oscuras verdades como que la víctima no es tan inocente como parece, ni el verdugo tan impasible, ¿o tal vez sí?
El caso es que la película deja entrever que cuando alguien tiene el poder de dañar para su propio beneficio o satisfacción lo hará porque es casi imperativo en el talante humano. Generalmente el que tiene el poder se cree con derecho a ejercerlo olvidándose de que uno podría ser víctima fácilmente,pues el hecho de ser victima o verdugo en realidad es adventicio es más una casualidad que causalidad. Está en nuestra naturaleza la depredación y el mordisco en la yugular.
Muy recomendable.
Director: Laura Mañá
Interpretes: Dario Grandinetti, Goya Toledo, Fernando Guillén
Nacionalidad: España
Estupenda película (casi obra de teatro) sobre la venganza, el dolor, la mentira, la decepción y el poder. Un hombre secuestra a su ex-mujer para torturarla y matarla por un doloroso divorcio años atrás. La película se sucede con sorpresas constantes, algunas un poco forzadas la verdad, en que los papeles de víctima y verdugo se van intercalando de manera constante durante el film de manera que a veces es difícil saber quién es quién y por qué. Es como una muñeca rusa que en su interior hay otra y otra y otra, y tras tantas capas que se superponen en los personajes vamos descubriendo oscuras verdades como que la víctima no es tan inocente como parece, ni el verdugo tan impasible, ¿o tal vez sí?
El caso es que la película deja entrever que cuando alguien tiene el poder de dañar para su propio beneficio o satisfacción lo hará porque es casi imperativo en el talante humano. Generalmente el que tiene el poder se cree con derecho a ejercerlo olvidándose de que uno podría ser víctima fácilmente,pues el hecho de ser victima o verdugo en realidad es adventicio es más una casualidad que causalidad. Está en nuestra naturaleza la depredación y el mordisco en la yugular.
Muy recomendable.
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